miércoles, 14 de enero de 2009

Capítulo V: Plan de puesta en marcha.

Evidentemente todo esto que digo está muy bien pero tiene sus inconvenientes.

El primero es convencer a todo un país de que se tiene que registrar en una página en la cual no le regalan nada y además tiene que pensar algo. Yo propongo que se le devuelva un euro de los impuestos a todo el que se registre (cobrado a todos previemente, claro) ya veríamos como la gente espabilaría.

El segundo es que, una vez registrados, hay mucha gente que no sabe ni hacer bien su trabajo, como para encima andar proponiendo soluciones para los problemas políticos. Lo bueno de este sistema es que los conformistas también tienen su sitio. Aunque todo el mundo podrá cambiar su voto cuando le plazca simplemente con entrar en el parlamento virtual e identificarse correctamente y hacer clic en "cambiar mi voto", o como quiera que se llame el hipotético botón; una persona podría entrar una vez cada 4 años, elegir un representante y no volver a entrar. Eso es sencillo.

El tercero (y más importante sin duda) y para el cual no hay solución fácil es que a ver como se propone esto para que salga adelante en un país (cualquier país) en el cual los políticos luchan por intereses propios y por los de su partido y en el que cada vez está más dificil presentar una candidatura alternativa a los grandes partidos. Cualquier cosa que se hiciese sería devorada por la implacable ley d'Hondt.

Lo que propongo es realista y modesto: crear un foro de debate en internet y enriquecer mi propuesta con otras propuestas... quizá montar una iniciativa ciudadana o una recogida de firmas...